vendredi 29 mai 2009

Aires nuevos...

Aires nuevos con olor a mar, brisa fresca en tiempos cálidos-calurosos... pasos nuevos, más ligeros, curiosos-aventureros... un pseudo-orden en este semi-caos... combinatoria sobre el orden en que me bombardean las sensaciones... y finalmente un solo punto común a estas dos jornadas antónimas, antípodas, si un solo punto, esas ganas de respirar profundo y olvidarlo todo...

La primera jornada estuvo cargada de encuentros (reencuentros) sorpresivos con el mar, con esa mediterraneidad que viene desde las raíces. Cada vez fue con la intensidad de la primera, cada vez respiré profundo, llenando mis pulmones de imagenes, sensaciones, recuerdos y unas ganas infinitas de tenerte a mi lado...

El segundo día fue menos intenso, más pausado, más cotidiano... no por eso menos variado, no por eso carente de sensaciones. Tuve espacio para perderme, tuve tiempo para encontrarme y sobre todo tiempo para descubrirme en esta ciudad. Y respiré profundo, respiré recuerdos, respiré felicidad y te quise nuevamente a mi lado, para perderme contigo, para encontrarme en ti...

mardi 26 mai 2009

Crónicas de un día expresso

[0:27 de un día martes bastante promedio (ya miercoles para ser precisos) ] : Hace 27 minutos y algunos segundos el sueño se suponía me atraparía entre las sabanas, y ya ves, no fue así. Ciertamente fue mi culpa, el sueño debió venir cuando yo aún estaba lejos de los dominios de mi cama... tal vez pretendió esperarme, pero el olor a café en estas horas no adecuadas debió empujarle a escapar. Quizás simplemente la luminosidad de mis zapatillas le instó a guardar distancia, la próxima vez las esconderé bien debajo de la cama, ahí donde se esconden los miedos... ahí donde nacen los sueños...

[10:12 del mismo martes promedio] : ... mis ojos se abrían por primera vez en el día. Hace un par de horas hubiesen debido hacerlo. El olor a café no tarda en recorrer mi laberíntica imaginación, forzándome a hacerlo real. Aún quedaba café del bueno en casa, no puedo quejarme del resultado, sin embargo, no era de ese café que yo quería. El café que yo quería estaba a varios kilómetros de distancia... esta vez debía conformarme con recordar su suave aroma...

[12:31 martes aún] : No sé si por efecto, o las ansias, de café, el tiempo me parece volar... salgo de casa rápido esperando que bajo el sol (o las nubes), el tiempo pase más lento, o al menos, menos rápido (?). Un recuerdo fugaz cruza mi mente... un recuerdo de un lugar en medio del bosque donde el tiempo transcurre lento como para los árboles... lento como para las marip-hojas... es ahí donde quisiera estar... aunque fuese solo un par de minutos (un laaaaaaargo par de minutos). Lamentablemente el tiempo me vuelve a atrapar antes de recordar el camino... las zapatillas verdes tienen que seguir corriendo...

[18:56 martes, siempre martes] : Mis pies vuelven a dejar su desnudez para cubrirse de luminoso verde... es hora de ir a la lavandería. No podría decir que es un lugar que me gusta, pero cada vez que voy (sobre todo en invierno), me acuerdo de una película... bueno, de un par de películas... un par de escenas a decir verdad... y de pronto este lugar tan impersonal cobra una nueva dimensión para mí... y sí, en las lavanderías el tiempo corre más lento... el problema es que afuera no se detiene...

[23:27 (?) ya casi no martes] : Luego de hablar por teléfono, fue inevitable prepararme un café... bueno, dos en realidad. El tiempo ya corre más lento, es momento de acostarse, de aquí a medianoche el sueño me habrá atrapado... soñaré entonces con un sol ristreto y algodonosas nubes descafeinadas...


mercredi 20 mai 2009

Caminatas perdidas

... enmohecidos recuerdos que no son mios me llaman a recordar, recordar realidades que quizás fueron mías, recordar otros tiempos que ya no me pertenecen...

... y camino entre recuerdos vestidos de calles llovidas y débiles luces que se pierden en la oscuridad de otras noches de invierno... me pierdo en los que fueron caminos cotidianos y solo me encuentro en la inexplicable nostalgia que ellos me provocan...

lundi 11 mai 2009

Zapatillas Verdes [Primeros pasos]

... y de pronto fue primavera, mis pies provistos de luminosas zapatillas verdes me volvieron visible al mundo. El mundo comenzaba ahora desde mis pies o al menos así creía verlo desde afuera.

Mis siempre característicos zapatos negros pasaron a segundo plano, lo clásico dejaba lugar a lo diferente... el protagonismo era ya de esas zapatillas que resaltaban doblemente en la sobriedad de mi vestir...